Un curso lingüístico en el extranjero es mucho más que tomar unas clases de una lengua distinta de la materna y hacer turismo cultural. Es salir del área confortable de nuestra casa para compartir momentos de vida con estudiantes, familias y profesores de tradiciones y costumbres diferentes.

Es aprender a ser responsable y respetuoso. Es convivir con otra familia y descubrir otros modos de vida.

A todo esto contribuyen nuestros monitores para que el alumno disfrute de una experiencia inolvidable mientras aprende inglés y hace nuevos amigos.